sábado, 11 de agosto de 2012

El arte de no estar en ningún lado


Cada vez observo más a menudo la siguiente situación: una reunión de amigos, un cumpleaños, una fiesta o reunión familiar, y los invitados que no pueden faltar: los celulares inteligentes o smartphones. Muchas veces ocurre que son reuniones que ni nos interesan o que sabemos de antemano que van a ser densas, aburridas, impasables, esas reuniones que las transpiramos desde el momento en que nos vamos vistiendo. Recuerdo un tiempo atrás haber transitado más de una situación similar a esta...claro eran otros tiempos, no quedaba otra alternativa más que esbozar sonrisas falsas y expresiones del tipo "ahh si" o "no me digas!" para simular nuestro fatal y desgarrador aburrimiento. Hoy la situación es otra, se puede estar...y NO estar al mismo tiempo...cómo es esto? Muy sencillo, desde el momento en que la conversación te deja de interesar o ves que estás completamente fuera de contexto, sacás tu celular inteligente, si sos de los que tienen uno de alta gama, aprovechás para hacer alarde de las bondades del aparato, lo ponés bien alto y lejos de la vista, para que todos lo vean y te pregunten: "noo jodeme que es RJ 123"....Y así comienza todo, te sumergís en un mundo paralelo, empezás a mandar mensajes, a chatear, a boyar por feisbuk o jugar algún jueguito pelotudo pero acertado que te pueda brindar esa cuota de entretenimiento que estabas necesitando...
Situaciones como esta las veo por ejemplo en un bar, donde tenés un grupo de amigos sentados alrededor de una mesa, cada uno con su celular en mano moviendo los dedos como locos mandando mensajes bordeados de sonrisas constipadas y aires de seducción descontrolada..Están hiperconectados, haciendo muchas cosas al mismo tiempo, llenando espacios vacíos, huyendo de su lugar físico, refugiándose en un mundo "paralelo", en la virtualidad, en lo intangible, lo imaginable y lo inexacto.
Desde TTP! te sugerimos que le hagas TTP!  a los smartphones, que adquieras celulares cuyo único valor agregado pueda ser una alarma o un ringtone de la "cucaracha"...Volvamos a las fuentes, a los celulares ladrillo, los que no sacábamos por vergüenza, porque estaban destruídos, emparchados o porque quedaban en perfecta sintonía al lado de los autitos de colección de tu viejo.
TTP!

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